El (fra)caso de Bas Jan Ader

                              Para Miguel Albero y Luis Enguita, congresistas del fracaso.

                                         «[…] y rindamos honores a aquellos que se expusieron al fracaso porque arriesgaron tanto». Raffaele La Capria

Hace años se pergeñó un proyecto para reivindicar el fracaso. A grandes rasgos la idea consistía en organizar un congreso en el que participaran artistas de diferentes departamentos de la creación para analizar la derrota, el naufragio y el hundimiento de los creadores. Pero el objetivo central era señalar a Bas Jan Ader (1942-1975) como el paradigma del artista fracasado y, por tanto, olvidado.

Matthew Herbert y su mundo sonoro

Las mudanzas propician desórdenes, pérdidas y olvidos. Días atrás recordé al músico inglés Herbert y aterrorizado me dirigí a las estanterías. Ante mi sorpresa, pues me temía lo peor, encontré ordenados alfabéticamente algunos de sus maravillosos discos, otros se quedaron en el camino.

En la cárcel con Oscar Wilde

«Leyendo y releyendo, a lo largo de los años, a Wilde, noto un hecho que sus panegiristas no parecen haber sospechado siquiera: el hecho comprobable y elemental de que Wilde, casi siempre, tiene razón». Jorge L. Borges.

En la biografía novelada de Henry James, Retrato del novelista adulto, escrita por Colm Tóibín, hay algunos pasajes en que dos amigos de James le cuentan los escandalosos rumores y las vicisitudes por las que atraviesa la más fulgurante estrella literaria de Londres. Se refieren a Oscar Fingal O´Flahertie Wills Wilde que en 1895 se encontraba envuelto en el juicio que le llevó a la cárcel de Reading, a solo cincuenta millas de los salones intelectuales y los hoteles de lujo que tanto frecuentaba.