Ornamento y delito en Palermo
6 Mar«El trabajo del ornamentista ya no se paga como es debido». Adolf Loos.
Serpotta
6 FebGiacomo Serpotta vivió una de las mejores épocas de Palermo, cuando la ocupación borbónica hizo de ella uno de los faros de la cultura barroca. Aunque durante mucho tiempo le han considerado erróneamente un mero decorador, una vez vistas algunas de sus obras se confirma su capacidad para la creación de figuras escultóricas sorprendentes. Todas realizadas en estuco, de cuya técnica se le considera el maestro universal. Seguir leyendo
Ornamento y delito en Sicilia
28 Jun«Si no hubiera ningún tipo de ornamento -situación que a lo mejor se dará dentro de miles de años- el hombre, en vez de tener que trabajar ocho horas, podría trabajar sólo cuatro, ya que la mitad del trabajo se va, aun hoy en día, en realizar ornamentos».
Ornamento y delito. Adolf Loos, 1908.
Monreale
31 MayAl suroeste de Palermo, sobre una montaña cercana, se encuentra el pueblo de Monreale que en el siglo pasado sirvió de refugio a malhechores y asaltantes de caminos. Ahora ofrece un potente patrimonio arquitectónico restaurado, como la catedral, tan visitada que la aglomeración de turistas en bermudas dificulta verla. Pero hubo un tiempo en que a este pueblo no venía nadie, yacía abandonado a cuatro kilómetros de la capital y la suciedad inundaba sus calles. Seguir leyendo
En las Catacumbas de los Capuchinos de Palermo
17 May«La puerta del deseo conduce hacia la muerte». Ignacio Gómez de Liaño.
Así cuenta Ramón Andrés en El luthier de Delft cómo era de degradante la gestión de la muerte en la Holanda del XVI, y suponemos que por extensión a todas las ciudades europeas: «La población estaba hecha a la presencia de la muerte, a los cadáveres dejados en las afueras de los pueblos y ciudades, sin sepultura, abandonados si se trataba de pordioseros o tullidos. De los cementerios, masificados y descuidados, con frecuencia situados en medio de la ciudad, junto a la iglesia mayor, salía una pestilencia que mortificaba el espíritu. La imagen del esqueleto venía a mostrar el destino de una existencia roturada por la calamidad».
Camposanto Di Santo Spirito de Palermo
3 MayQuizá sea este el más pequeño de los cementerios de Palermo y el menos espectacular, pero entrar aquí supone un respiro en medio de la ciudad ruidosa y turbulenta. Los sicilianos tienen una intensa relación con la muerte, la encaran con gran estrépito de llanto y dolor, y es común encontrar la foto del finado sobre las tumbas para no olvidar su aspecto cuando estaba vivo. Todo lo contrario de lo que el poeta Propercio quiso para sí: «Que no indique una piedra mis huesos en perdida tumba».
Lampedusa
28 MarEl príncipe de Lampedusa, Giuseppe Tomasi (Palermo, 1896-1957), murió sin ver publicada su única novela, El gatopardo. No fue hasta un año después de su muerte cuando Giorgio Bassani peleó por editarla en Feltrinelli, después de leerla por recomendación de Elena Croce, alcanzando la categoría de superventas. Este éxito póstumo e inesperado permitió al príncipe palermitano no sufrir en vida la esclavitud de la fama. Seguir leyendo
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