El príncipe de Lampedusa, Giuseppe Tomasi (Palermo, 1896-1957), murió sin ver publicada su única novela, El gatopardo. No fue hasta un año después de su muerte cuando Giorgio Bassani peleó por editarla en Feltrinelli, después de leerla por recomendación de Elena Croce, alcanzando la categoría de superventas. Este éxito póstumo e inesperado permitió al príncipe palermitano no sufrir en vida la esclavitud de la fama. Seguir leyendo
Grotesca, chupada, negra, y para colmo estrecha
22 MarAcaba de publicarse en Ediciones La Bahía/This side up una recopilación de textos sobre Diego Lara (Madrid, 1946-1990). Para los que no se sientan familiarizados con su nombre o su obra, Diego fue diseñador gráfico de profesión, y pintor y poeta para solo unos pocos. Añadiremos que vivió muy lejos del estrépito de la vida pública y, por tanto, de una imagen distorsionada, quizá eso fue lo que le mantuvo tan cerca del arte y le dotó de una elegancia moral poco común.
Veo una voz*
8 Mar
«Mi ojo dice, mi lengua contempla, mi oído habla y mi mano presta atención». Ibn al-Farid
«Nuestros oídos están ciegos». Juhani Pallasmaa
Normativas para subir o bajar una escalera
1 MarLas escaleras son un fetiche para escritores, cineastas y pintores. Todos ellos han creado situaciones e imágenes inolvidables en y con ellas, por no hablar de los arquitectos y su eterna fijación con la sucesión de escalones. Generalmente son lugares propicios para el tropiezo y la pérdida del equilibrio, por lo que la inestabilidad y el peligro son la esencia de su inagotable atractivo.
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