Bohren & der Club of Gore propone un tipo de música que por su lenta ejecución puede calificarse de hipotensa. Muchos pasajes de sus obras semejan las sórdidas incursiones ambientales de Barry Adamson. Y ya que lo dicen en muchos comentarios de YouTube, presentan abundantes analogías con los trabajos más oscuros y, por tanto, lynchianos de Angelo Badalamenti.
Aunque en muchos aspectos las influencias sean bastante evidentes, tampoco hay que llegar a pensar que trabajan bajo aquel dictum de Barbara Kruger: «El plagio es la más sincera forma de imitación», porque Bohren & der Club of Gore poseen una acusada personalidad musical que, con un mínimo de instrumentos, desvela su instinto para construir temas mucho más áridos y distantes que los artistas mencionados más arriba. La morbidez de sus composiciones surge de la más extrema oscuridad, pero por muy difícil que sea creerlo acaba por reconfortarnos. A todo esto le llaman Dark Jazz.
Hay muchos lugares a los que acudir para acercarse a su obra, pero aquí tenéis tres enlaces en los que puede oírse a este serio grupo alemán que se posiciona contra la alegría de vivir, ya que su música se ocupa de otras cosas. Para reforzar esta idea, basta escucharlos mientras leemos a Cioran.
https://www.youtube.com/watch?v=6Zl5vpy__dQ
https://www.youtube.com/watch?v=5Bm9F3GFnik
https://www.youtube.com/watch?v=aVnLon8TvXk
Luis Ordóñez 
¿Banda sonora para la era Trump?
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Trump ha elegido The Rolling Stones a pesar de ellos: You can’t always get what you want.
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Afortunado descubrimiento para acompañar los días de otoño.
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Y afortunados nosotros, querido Milton.
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