La evolución del lenguaje cinematográfico permite que el mejor cine lo encontremos ahora en las series de televisión y que los documentales cobren categoría fílmica en las salas de cine. Recién estrenado y visto Hitchcock/Truffaut de Kent Jones, vendría bien volver a leer el mítico libro de entrevistas de un bisoño director de la nouvelle vague al mago del suspense.
Abriendo al azar el libro en el que se basa este documental encuentro un comentario de Truffaut que viene al pelo. Hitchcock le dice que en el cine francés actual no hay intrigas y Truffaut responde: «Eso no es del todo cierto, pero existe una tendencia que puede explicarse por la evolución del público, por la influencia de la televisión, por la importancia cada día creciente del material documental y periodístico en el campo del espectáculo». Cincuenta años más tarde las palabras del francés se mantienen frescas, pues efectivamente su propio libro es el argumento del documental que responde exactamente a «la importancia cada día creciente del material documental y periodístico».
Hitchcock/Truffaut está construido con algunos extractos sonoros de las grabaciones de la legendaria entrevista y de películas de Hitch, a lo que hay que sumar la narración en off de Bob Balaban y algunas declaraciones de escogidos directores (extraña la ausencia de Brian de Palma y sobran las banales palabras de Scorsese). Con estos elementos Kent Jones construye un relato fílmico que agranda aun más la figura del director británico. Si hubiera que elegir entre el libro y el documental, hay que quedarse con El cine según Hitchcock de Truffaut sin dudarlo. Pero si queremos volver a sentir el palpito de ese cine turbio, simbólico e intenso, cargado de suspense y emoción hasta en detalles nimios, no renunciemos al visionado del documental. Así que mejor: hacer las dos cosas para recordar al director que rodaba los asesinatos como escenas de amor y las escenas de amor como asesinatos.
«Lo lógico es aburrido» A. Hitchcock. Fotografía realizada por Philippe Halsman durante una de las sesiones de la entrevista.
Luis Ordóñez 
En el cine de Hitch muchas veces la emoción no necesita palabras, siempre es transmitida por las imágenes.
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Maravilloso libro preñado de frases y consejos utilísimos para cualquiera que se dedique, se haya dedicado o piense dedicarse a esto de contar historias con imágenes. Me lo estoy acabando de leer ansioso por ver el documental, revisar algunas de las pelis del maestro del suspense y ver por primera vez otras muchas que aún no vi. En un momento del libro, Hitchcock le dice a Truffaut: «El rectángulo de la pantalla debe estar cargado de emoción.» Este libro ciertamente lo está.
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