Sede de Art Basel días antes de la inauguración.
Por calidad y tamaño, esta es la mejor feria de arte contemporáneo del mundo. Son 44 años los que cumple con esta edición en su sede de la plácida ciudad suiza de Basilea. Evidentemente no deja ningún resquicio a la duda el hecho de allí puede verse lo más puntero del arte contemporáneo y las vanguardias históricas. Pero, como en todas las ferias, también puede encontrarse basura contemporánea, en este caso de la mejor.
Para hacernos una idea de lo que allí se vende, he colgado una serie de fotografías que lo documenta. Al ver obras con cien años de antigüedad, pertenecientes a los creadores de los ismos del siglo XX, cabe preguntarse cómo es posible que no estén expuestas en los museos. Respuesta: el mercado es insaciable.
New Woman 2 de Yang Fudong, un artista chino con una obra impecable tanto en cine como en fotografía.
6 children with red noises de Hans Peter Feldman.
Sin título ¡Facial Hair Transplants! de la extrañamente desaparecida Ana Mendieta.
Obra de la colombiana Beatriz Gonzáles: Boceto.
La incombustible Juana de Aizpuru posando en su stand de Basel con la obra del colectivo Art & Language de fondo.
Dólmenes 10 de Elena Asins en J. de Aizpuru.
Una sonriente Helga de Alvear en su concurrido stand. Ella es una galerista que dice no.
Santiago Sierra, Burned Word, dedicada al barrio del Cabanyal en el stand de H. de Alvear. Los movimientos sociales españoles también se venden en la feria de Basel.
Una brillante recuperación del pop de Julian Opie.
Una miniatura (30 x 30 cm.) del inolvidable Keith Haring.
Otra de las decenas de variaciones de Gasoline Stations de Ed Ruscha.
La austeridad de Richard Serra.
Series geométricas del inagotable Josef Albers.
Un libro de Anish Kapoor.
Dibujos de Louise Bourgeois.
Un paisaje de David Hockney.
Variación geométrica de la inefable Lygia Clark.
Lienzo del coreano Lee Ufan. Sus obras se encuentran en todas las ferias del mundo y en decenas de galerías de Art Basel 2014, este es su momento álgido.
Fotograma del corto animado de William Kentridge titulado Second-hand reading.
Dibujo de Warhol, artista del que están recuperando -para venderlo- hasta el papel higiénico.
Las vanguardias de principios del XX , en este caso Egon Schiele, también están en Basel en lugar de estar colgadas en un museo.
Aquí valdría el mismo pie de foto anterior, en este caso el grotesco de G. Grosz.
La boite en valise de Duchamp. Historia abreviada del arte portátil.
Preciosos, tanto el material como tu impecable presentación.
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